lunes, 26 de octubre de 2009

TRANSPORTE

Antes de cada transporte es de vital importancia que se haga un reconocimiento completo del animal por parte del veterinario. El transporte no se podrá llevar a cabo si existe una mayor susceptibilidad de sufrir complicaciones durante o posteriores al transporte. Los delfines se deben transportar con su cabeza dirigida hacia el sentido de la marcha.
Existen dos formas básicas de transporte: el transporte húmedo ( se mantiene la piel del animal constantemente mojada por medio de toallas empapadas) y el transporte en inmersión ( el animal está sumergido en un contenedor especial lleno de agua). En ambos casos se usan contenedores robustos e impermeables. La restricción de los movimientos del animal es fundamental, ya que al moverse puede golpearse fundamentalmente la cabeza y la cola.
Siempre hay que procurar que el peso del animal se distribuya de la forma más homogénea posible por toda la superficie ventral del animal para evitar complicaciones.
Independientemente de la forma en que se efectúe el traslado, el animal debe estar controlado constantemente por personal cualificado.
Además, en transportes muy largos, el animal debe ser cambiado de posición, para evitar necrosis por isquemia y permitir que zonas que hayan estado menos vascularizadas por el propio peso del animal, se vuelvan a oxigenar. Es importante también que el animal esté en una posición que permita la administración de medicamentos en caso de que la situación así lo requiera.

MANEJO Y CONSERVACIÓN DE POBLACIONES DE CETÁCEOS. TRANSPORTE DE MAMÍFEROS MARINOS
MIGUEL BUENO BRINKMANN (CONSERVADOR MAMÍFEROS MARINOS. GRUPO PARQUES REUNIDOS)
CARLOS DE LAS PARRAS (JEFE DE ENTRENADORES. ZOO-AQUARIUM DE MADRID)

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