lunes, 26 de octubre de 2009

SU MUERTE EN LAS REDES

La creciente demanda de pescado provoca que los sistemas de captura se hayan convertido en artes de pesca sumamente eficientes, pero también en trampas mortales para los delfines.
-Sobrepesca: más del 20 % de las capturas se dedican a la alimentación de ganado, y el 15 % son descartes que por no ser atractivos para el comercio, son devueltos al mar una vez muertos. Del total de los caladeros, desde 1990, casi las dos terceras partes de han esquilmado, sufren exceso de pesca o están explotados al máximo.
-Redes costeras de malla fina: están fabricadas con un nylon muy fino, y son muy difíciles de localizar en el agua. Baratas y duraderas, son muy populares en muchas partes del mundo. Las muertes de delfines en ellas se producen de Nueva Zelanda a Sri Lanka, y de Canadá a Gran Bretaña.
-Redes de deriva: también conocidas como “cortinas de la muerte”, son responsables de una inmensa cantidad de muertes de delfines en todo el mundo. Pueden llegar a medir muchos kilómetros, atrapando, cuando flotan libremente en el mar durante días, lo que encuentran a su paso.
-Pesca del atún: ésta es probablemente la actividad más perniciosa para los delfines, junto con las redes de deriva. Ha supuesto la muerte de más delfines en 35 años que cualquier otra actividad humana (unos 6 a 12 millones). La utilización de un tipo de red muy efectivo, la traína, y el hecho de que los pescadores comenzaran a utilizar la presencia de delfines para localizar los bancos de atunes, aumentó el número de muertes de los primeros. La adopción de métodos de escape para los delfines ha disminuido mucho este efecto, pero aún así actualmente mueren unos 4.000 al año.

AMENAZAS PARA LA SUPERVIVIENCIA DE LOS CETÁCEOS
(MANUAL DEL CURSO MONOGRÁFICO DEL ZOO AQUARIUM DE MADRID)

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