lunes, 26 de octubre de 2009

ADAPTACIONES AL MEDIO

-Los sentidos y el sistema de ecolocación: el sonido se propaga 4,5 veces más rápido en el agua que en el aire y la dirección de donde provienen las ondas es más difícil de determinar en el medio líquido. Los olores se disuelven más lentamente en el agua, y el olfato de los delfines es inútil aquí. La gravedad es mucho menor, y tiene que controlarse de manera diferente.
El oído, la vista y el tacto son tan importantes para los delfines como para el resto de mamíferos. Además para controlar su ambiente, los delfines utilizan sus sentidos para detectar los sabores, la gravedad, la aceleración, la presión, la temperatura y los campos magnéticos.
-Vista: los ojos de los delfines, para poder adaptarse a su medio, presentan una forma elíptica (a diferencia del ojo esférico de los humanos) con potentes músculos oculares que varían la forma del cristalino para poder ver tanto dentro como fuera del agua. Además, están cubiertos por un mucosidad espesa que los protege de las partículas y otros agentes irritantes que se puedan encontrar en el agua. Las pupilas son muy grandes, para poder ver en condiciones de escasa luminosidad, pudiendo cerrarlas si la luz es excesiva.
-Tacto: es uno de los sentidos más importantes para los delfines, especialmente para aquellos que son esenciales. Su piel, muy especializada, posee un gran número de terminaciones nerviosas, especialmente en determinadas zonas las cuales poseen mayor sensibilidad.
-Gusto y olfato: En los delfines la presencia de papilas gustativas en la lengua indica que son capaces de detectar distintos sabores. Esto les permite detectar las feromonas sexuales de las hembras y la presencia cercana de sus presas.
En los delfines el sentido del olfato no existe.
-Oído y ecolocación: los delfines mediante la ecolocación integran las imágenes de un modo similar a la que nuestros ojos ven, pero a partir de los ecos que rebotan en los distintos objetos y vuelven al receptor ( que es el propio animal el que los ha emitido).
Los sonidos se producen fundamentalmente en los sacos respiratorios y en la laringe, rebotando en parte en el cráneo y siendo dirigidos hacia delante por el melón. El eco es recogido a través de la mandíbula inferior y ésta lo dirige hacia una “ventana acústica” que entra en contacto con el cuerpo graso presente en una estructura ósea. De aquí pasa al oído medio donde la cadena de huesecillos amplifica la vibración.
-La natación: la impulsión viene fundamentalmente dada por la aleta caudal que realiza un movimiento de propulsión muy complejo.
En los animales en los que existe aleta dorsal, ésta tiene la misión de lograr que se produzca el avance de animal sin que exista rotación del cuerpo, actuando como un estabilizador.
El rozamiento que se produce durante el desplazamiento a través del medio acuático se reduce aún más gracias a la prácticamente inexistencia de pelo.

MAMÍFEROS MARINOS
MIGUEL BUENO BRINKMANN (CONSERVADOR MAMÍFEROS MARINOS. GRUPO PARQUES REUNIDOS)

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